Hice un montón de cosas estando vacío.
Es una especie de ley de causa y consecuencia, no sé.
No justifica.
Allí donde no estuve en mi propio ser, en mi propia vida, donde me dejé estar vacío, o donde me quedé vacío, la fuerza de otra cosa me empujó.
La fuerza de otra cosa, no sé: el deseo de otros, el peso de los acontecimientos, la dialéctica histórica, la constitución humana. No sé.
Me empujó y yo fuí.
Sin mí, un movimiento a través de mi cuerpo.
Eso, es desamor.
Donde no estoy yo, pero mi cuerpo se mueve y mueve ondas en el mundo,
ondas de causa y consecuencia
sin mi
eso es desamor.
No estuve.
O estuve vacío.
O no pude estar.
Pero hice.
Y eso,
es desamor.
Un movimiento sin intención
sin líbido
sin deseo.
O con un deseo, una líbido
que pertenecen a la materia
al juego de bolas de billar de los átomos
no al sentido
no a la dirección intrínseca del cosmos
que permite el pasaje fluido de mi naturaleza.
Sino a una perversión
a un movimiento con consecuencias a pagar pero sin causas que asumir.
Y lo peor
es que me entiendo
me perdono
hice lo que pude
traté de mantener la nariz a flote.
No me arrepiento de nada.
ES IMPORTANTE SABER
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a sus pies caballero
ResponderEliminarsalud.
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