ES IMPORTANTE SABER

viernes, 26 de marzo de 2010

El sol - Daniel Rodriguez Rulli


































Daniel es un tipo super interesante.
Recomiendo verlo acá y acá.
Abajo, la versión sobre el Sol de SS, R&A.




Características Generales de los Arcanos, Mayores y Menores


Todas las cartas de tarot son llamadas Arcanos, palabra cuya traducción más regular dice que significa "misterios".
Porqué una cosa cualquiera puede ser llamada un "misterio" tiene que ver con una actitud existencialista que se basa en el hecho de que todo, absolutamente, tiene una superficie, que es lo primero que se conoce y en la cual la conciencia refracta, lo que le impide (a la conciencia) adentrarse de un solo vistazo en la profunda y verdadera naturaleza de la cosa percibida.
En epistemología se suele decir por esto que el primer obstáculo al conocimiento es el conocimiento mismo.

Lo que hacen las 78 cartas del mazo de tarot es representar, a través de metáforas, otras tantas situaciones de la vida, buscando abarcar así la totalidad de las experiencias significativas que cualquier ser humano puede atravesar.
Por un lado, cada situación es en si misma un "misterio", según lo antedicho y por otro, cada carta representa solamente lo genérico, lo medular, de cada situación. Por lo que, en una lectura, la carta es un cascarón a romper para poder penetrar con mayor profundidad en la situación concreta hacia la que señala.

Las 78 cartas se dividen en 56 Arcanos Menores, divididos a su vez en cuatro palos, como los mazos comunes, y 22 Arcanos Mayores.

Los Arcanos Menores reproducen situaciones vitales más o menos circunstanciales pero arquetípicas, de acuerdo a un código numérico por un lado, un código basado en los palos por otro, y una representación pictórica o visual que intenta condensar y manifestar todas las metáforas posibles que surgen del cruce de ejes números / palos.
Intentan agotar, en cincuenta y seis combinaciones, todas las circunstancias significativas posibles. Por esto es que buscan lo central antes que lo anecdótico: separan, por ejemplo, el concepto de “tregua” del de “paz”, porque ambas cosas son similares pero diferentes, pero trata de evitar la definición de una forma específica de “paz”, para que la carta pueda representar la paz en la vida de cualquier consultante, independientemente del resto del contexto: saber si es paz laboral, si es paz conyugal, si es paz conseguida tras largas luchas o no, etc., llega a través del resto de las cartas, en cada lectura.

Los Arcanos Mayores, en cambio, no tienen ejes genéricos, y el contenido de cada uno desborda cualquier grilla: son un conjunto especial de conceptos trascendentes. Prescinden del cruce que hacen los Arcanos Menores entre número y palo, y son cada uno la abstracción de un aspecto fundamental y, al mismo tiempo, complejo, de la experiencia humana.
Algunos porque remiten al funcionamiento teórico del universo, otros porque remiten a aspectos no circunstanciales (sino permanentes) del ser humano.

Si los Arcanos Menores metaforizan la variedad de la experiencia humana, los Arcanos Mayores representan la estructura desde la cual se la vive e interpreta, las matrices conceptuales desde las que se generan las ideas que expresan la experiencia existencial, y las experiencias inevitables que esta estructura atraviesa en el desarrollo de una vida humana.
Son conceptos al mismo más abarcativos y de mayor peso que los Arcanos Menores.

Damos por sentado que estas cartas representan no solo experiencias posibles, sino también espacios de la psique preparados especialmente para hacer posibles estas experiencias.

De todas las teorías sobre el origen del tarot, adherimos a las que no señalan un autor o cultura particular, así que no es posible saber quién o en qué circunstancias concibió los diseños de los Arcanos Mayores, pero es nuestra creencia que, quien haya sido, tuvo el talento suficiente como para acceder a contenidos profundos y estables del inconciente colectivo
Esta es la base del postulado más fuerte e interesante de la corriente de tarot a la que adherimos: que es que los Arcanos Mayores representan factores y funciones psíquicas universales.

Son, desde este punto de vista, los ladrillos elementales con los que trabaja la mente de cualquier ser humano: independientemente de su cultura o contexto, toda persona interpreta la realidad desde estructuras psicológicas subconscientes.
Suponemos que estas estructuras psicológicas subconscientes que determinan la percepción e interpretación del mundo son universales, y que no se las puede definir de un amanera terminante, pero que los Arcanos Mayores representan una formulación extremadamente aproximada a su contenido más básico.

Y esta es la razón de que no tengan un orden conceptual: de la misma forma que no se pueden numerar los órganos internos de una persona porque no hay ninguna necesidad lógica de que el corazón esté antes o después que el esófago, no se puede dar una jerarquía definitiva y consistente a todos los constituyentes de la psique, aunque algunos aparezcan más relacionados entre sí que otros, y eventualmente, en diferentes conjunciones de cartas, se puedan establecer relaciones de paternalismo, de dirección, de subordinación, etc.
Pese a esta falta de orden intrínseco, o precisamente para paliarla, quizás, se han propuesto varias formas de “hilar” los Arcanos Mayores entre sí, y aquí exponemos brevemente dos: la noción de que representan el desarrollo psicológico de un individuo y la de las virtudes cardinales, dado que las consideramos fértiles a la hora la interpretación y reflexión.


Arcano Mayor Número 19: El Sol


De todas las situaciones vitales posibles descriptas en el mazo, el Sol representa tal vez la más sencilla.
Y a la vez , quizá sea la más potente, poderosa y benéfica.
Su pertenencia a los Arcanos Mayores se define en este caso no tanto por la complejidad o cantidad de ideas, sino por la importancia radical de esta única idea, la importancia que tiene el poder conectar con su esencia en la vida, y los efectos maravillosos que brinda en la misma.

El sol es la alegría, simplemente.
La dicha plena, pura, inmotivada.
Sin razón, sin necesidad ni pretensión de justificarse.
Sin sombra ni doblez.

Es esa alegría que nace del corazón porque si, cuando uno simplemente "se acuerda de que puede" estar feliz, y crece a sonrisa, y de sonrisa crece a sentimiento que se expande por todo el cuerpo y da fuerza.

Es la aceptación plena del prójimo, la inocencia absoluta sin contraparte de ignorancia, la transparencia, la voluntaria desnudez en un marco de absoluta confianza que no se basa en las "pruebas" que pueda el otro presentar ni en el potencial propio para defenderse, sino en la lucidez absoluta de la mirada, que atraviesa el alma del otro y abre al mismo tiempo el corazón propio.

Es un sentimiento interno que cubre la visión de la vida en toda su extensión y, mientras dura, simplifica todo al extremo en la sencilla vivencia de una alegría intensa. La sensación de luz que llena todo el cuerpo por dentro, sin dejar espacio a ninguna sombra, miedo, rencor o duda.

Los elementos simbólicos tradicionales de la carta son: el niño como símbolo de la inocencia, su desnudez como indicador de la transparencia y carencia de segundas intenciones, falta absoluta de verguenza o de cualquier clase de sentimiento de oprobio o desaprobación hacia uno mismo, la apertura de sus brazos y frontalidad del pecho señalando la total aceptación del momento (de otras personas, de la vida, de sí mismo).
El caballo blanco indica la fuerza de esta inocencia, el cómo su desnudez no la hace vulnerable. El sol es, siempre, fuente de fuerza.
La bandera naranja indica la característica pasional y carnal, vinculada a la vida terrena de esta alegría: la inocencia tampoco excluye aquí los placeres sensuales, y la es una alegría es totalmente vital, en el doble sentido de fuente de vida y de relacionada con lo cotidiano.
El campo florido indica la extensión de esta sensación interna a la conexión con lo externo, el verdadero sentir que el mundo es un lugar verde, fértil y luminoso.
El sol, finalmente, es la expresión misma y definitiva de esta clase de sensación.
Así como el sol es en lo físico fuente de toda vida y constante irradiación de luz, claro y fuerza, la sensación de dicha representada aquí es también constante, infinita, omnipresente e ilimitada.
Desaparece y aparece en la vida cotidiana con más o menos recurrencia según la capacidad y deseo de cada persona de conectar con este espacio mental/psíquico/emocional.

El Sol es un lugar, dentro o fuera de la persona pero al cual se puede acceder desde una decisión, con el mínimo monto de poder necesario.
Una vez que se ha conectado con este espacio, la energía que se toma de él permite volver y, cuantas más veces se vuelva, más fuerte, sólida y bella será la vida de la persona.
Aunque la visita de uno tienda a no poder ser permanente, y la mayor parte de la gente no llegue ahí más que por accidente o hechos externos a su propia decisión, e incluso mucha gente no lo toque más que pocas veces en su vida, la existencia de ese lugar sí es permanente y estable.
La dicha es un lugar, que no dista del centro del ser mucho más que otros, y cuyo camino puede allanarse y facilitarse con la práctica de ir.

La carta del Sol representa el estar en ese lugar.

Pueden entonces ser palabras clave para interpretar esta carta: sol – dicha – felicidad – inocencia (en el sentido de carencia absoluta de culpa)– confianza – frontalidad - transparencia

1 comentario:

  1. Qué buen Sol!
    Me gusta la sintesis de elementos y el verde dentro de la paleta de los naranjas-rojos.

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